Presencia Zen

Las personas más raras del mundo

Este es el título de un libro publicado en 2020 en inglés y recientemente en español. En él, el autor, Joseph Henrich, antropólogo e ingeniero, nos muestra los resultados de su estudio transversal. El subtítulo es : “cómo Occidente llegó a ser psicológicamente peculiar y particularmente próspero.” Su lectura me resulta absolutamente fascinante. Recrea la influencia de las primeras comunidades cristianas y cómo han influido en moldear la forma de comprender y vivir. La familia, las normas sociales, la economía, todos los aspectos de la psicología occidental, han sido influenciadas desde hace siglos, haciendo que nuestra sociedad occidental sea realmente algo excepcional en el planeta. Recuerdo mis años de estudios de antropología social. Aprendí cómo fue necesaria una reflexión seria para acercarse a los pueblos distintos, para poder ver realmente lo que contaban y comprender cómo vivían. Los primeros estudiosos no lo lograron. Poco a poco aprendimos algo más a salir del etnocentrismo. Que necesaria sigue siendo esa mirada para el día de hoy. No sólo para los estudiosos de las culturas, sino para toda persona. Quien es capaz de salir de su etnocentrismo cultural, puede realmente ver a los que se le aparecen como distintos. Cuando la intolerancia se abre paso, lo distinto da miedo. Resulta incomprensible, y por ello, amenazador. Ojalá pudiésemos sentirnos raros, diferentes, somos nosotros los distintos. Nuestra historia lo demuestra. Ser diferente no está mal. Es saludable. Apreciar las diferencias es bueno y necesario. Nuestra sociedad aparta a los viejos, a los enfermos, a los enfermos mentales, a los discapacitados, a los de otras culturas, a los que tienen la piel de otro color. Nos dividimos entre nosotros entre partidos políticos, creencias, religiones, modos de vestir, capacidad de consumo y riqueza, educación y cultura. Lo distinto asusta. Intentamos negarlo. Para ello, muchas veces no queda otra que ocultarlo, detrás de una tapia o apartando la mirada. Sin embargo, ¿Quién no se ha sentido raro alguna vez?, ¿Quién no ha vivido en carne el ser distinto?  Yo he sido rara toda mi vida, no bebo alcohol, no he fumado nunca, no como carne, soy espiritual pero no religiosa… he hecho de mi rareza virtud. ¿Y tú? ¿has aceptado tus rarezas? Sólo así podemos perder el miedo al otro. A lo distinto. Si te aceptas a ti misma, será más fácil que aceptes a los demás. Sólo liberándonos de este miedo al otro podemos reencontrarnos en la unidad de Lo Otro. Poco margen hay para la espiritualidad en el miedo. Poco margen hay para la espiritualidad en la no aceptación de lo distinto y de los distintos. Esta sociedad de personas que nos parecen normales porque son las que conocemos, en realidad, son “las personas más raras del mundo”. Gracias dr. Henrich.
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  1. Buenos días,
    Gracias por el artículo y la recomendación del libro. Trata un tema de gran interés y actualidad. La sociedad occidental ha influido y determinado la evolución de otras sociedades en todo el planeta. Pienso que no solo ha tenido influencia el catolicismo, también otras iglesias del cristianismo como las denominadas de modo genérico protestantes.
    En mi limitado conocimiento de las culturas asiáticas veo estructuras sociales similares a las de las religiones occidentales, en concreto en el confucianismo en el que la sociedad está completamente definida en los roles de las clases y de la familia. Aún persisten en países como Corea. Es cierto que el confucianismo no parece una religión, existen muchas discusiones sobre ello.
    Desde hace unos 5000 años todas las sociedades humanas, excepto muy pocas y con un peso histórico limitado, han sido y son patriarcales. Este rasgo determina la estructura de las familias de modo que los roles se parecen mucho en casi todo el mundo.
    La espiritualidad es muy importante, y me parece muy interesante lo que comentas. No la cuidamos, ni la exploramos. Esto afecta a la ética y nos conduce a un mundo más “duro” sin compasión. Además, favorece que cometamos errores al no limitar el uso de la tecnología.
    Disculpa este largo comentario. Es un tema que me preocupa mucho, y en el que veo un rayo de esperanza dentro de la negrura que me parece el mundo actual.
    Saludos

    • Si, José Antonio, a mí también es un tema que me interesa desde hace tiempo. Verlo escrito con tanta precisión y estudios científicos, me ha resultado muy enriquecedor. Por supuesto el protestantismo y todas las variantes han ido creando condiciones algo distintas en las sociedades. Es apabullante lo que cuenta Henrich. Te gustará el libro, aunque es denso. En definitiva, no trata de cómo la espiritualidad ha influido, sino cómo la religión ha sido uno de los factores cruciales para estructurar temas tan importantes como la familia, las relaciones comerciales y la capacidad de aceptar a los desconocidos como personas de confianza… super intenso el texto y muy enriquecedor. Cuando lo leas, seguimos comentando. Un saludo.

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