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Noche de reyes, noche de magia

Por racional que pretendas ser, por mucho que valores tu mente como garante de una vida coherente y basada en pensadas decisiones, tengo que decirte que una parte de tu misma mente cree en la magia. No voy a entrar a hablar de cómo nuestro cerebro interpreta la realidad a través de los sentidos, porque eso ya lo sabes. Con el puzle de retazos que nos llega, construimos una narración que tenga sentido para nosotras. ¿En qué se inspira la narración? No es difícil de decir, ¿verdad? En la cultura en la que estamos sumergidos desde que nacemos, en las creencias familiares y en las propias (que nunca son tan propias si miramos bien). Cada cultura tiene una sintaxis de la realidad que tiene sus particularidades. La mente mágica nos hace creer en cosas que no podemos constatar. Está por debajo de la fina capa de racionalidad que tenemos. Es, en muchos casos, reconfortante. Nos permite escapar a los límites de las leyes de Newton y abarcar un mundo más amplio en el que las manzanas pueden flotar. Nos motiva porque emocionalmente nos da una seguridad que nos dice, aunque no lo veas ni lo toques, existe. Siento luego existo. Constantemente contradecimos la bloqueante formula cartesiana. Os invito a que leáis “El error de Descartes” del Dr. Damasio, si no lo habéis leído. Es así desde el principio de los tiempos. Nos contamos historias. Inventamos, soñamos y proyectamos lejos los sentidos. Una vieja tradición, muy vieja, habla de las glándulas pineal y pituitaria y del hipotálamo, como concreción de nuestros queridos reyes magos. En un antiguo grabado que me regalaron hace muchos años, están dibujadas unidas como un triángulo que los representa. Me gusta esa imagen. ¿Y si fuera verdad que somos los reyes magos? ¿Y si podemos recibir y hacer ofrendas, interiormente significativas? En la cábala el shephirot de la corona, Keter, está en la cabeza. Aunque el del reino, Malkut, está en los pies… os dejo investigar y sentir. Esta noche es noche de magia. Como los antiguos que dibujaron este bello resumen de sabiduría que tengo desde hace años y sigo sin comprender, vamos a dejar que nuestra mente mágica cumpla su función. Conscientes de que la magia se encarna en nosotros en forma de glándulas, neuronas, cerebro, órganos, tejidos, sangre, emociones, pensamientos, belleza, amor y capacidad para compartir y materializar un mundo habitable para todos los seres. Si la magia nos ayuda a ser realmente humanos, bienvenida sea. Cuidad lo que deseáis. Vuestras glándulas están a la escucha. Vuestro inconsciente está a la escucha.
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  1. d’això podem deduir que nosaltres mateixos creem el nostre futur allò que pensem sentim tard o d’hora acaba fent realitat.

    • hola Josep Maria. Tot el que pensem és impossible que es faci realitat… pensem tantes coses i tan contradictòries… és més complex que això, però sí que l’inconscient ens escolta, encara que no sempre ens fa cas, per sort! 🙂

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